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Ciencias Sociales y Jurídicas Universidad de Deusto La Declaración del Centenario para el Futuro del Trabajo de la OIT (2019) constituye el punto de partida. Se reafirma que el trabajo no es una mercancía. Late la idea de que el trabajo es la proyección de la persona, una de las principales manifestaciones de su dignidad. Pero el problema del trabajo es una constante de la vida social que debe afrontarse. El trabajo debe cumplir una función social, redundar en el bien común, al crear bienes y servicios que colman las necesidades humanas, y posibilitar el crecimiento personal y en sociedad, con y para los demás. La idea de que las relaciones laborales deberían abordarse simplemente desde un prisma economicista debe encontrar su contrapunto en el Derecho social. Los problemas del trabajo se identifican con la radical transformación que está padeciendo por innovaciones tecnológicas, cambios demográficos, cambio climático y globalización, y desigualdades persistentes. Para afrontarlos y abogar por el trabajo digno se pretende promover la gobernanza del multilateralismo. Destaca la dimensión multinivel de dicha gobernanza para materializar las transiciones digital, ecológica y social necesarias. Por todo ello, en sus conclusiones conjuntas sobre objetivos y prioridades para el período 2020-2024, las instituciones europeas priorizan acciones que aceleren la transición a una sociedad más justa, sana, verde y digital. La Recomendación (UE) 2021/402 de la Comisión profundiza en la importancia de la doble transición ecológica y digital y llama la atención sobre la necesidad de adoptar medidas eficaces que conlleven la adaptación para evitar el desempleo persistente. Pero para que las transiciones sean justas deben llevarse a cabo conforme a un provechoso diálogo social entre interlocutores sociales y sociedad civil, respetando los derechos y la calidad de vida de las personas. La importancia de la cohesión social se convierte en un objetivo en sí, paralelo al resto de transiciones bajo la máxima «de no dejar a nadie atrás». Para llevar a cabo la triple transición resultan claves dos factores: (1) Reforzar la gobernanza local, pues se considera ideal para aplicar tales transiciones. (2) Aplicar, reforzar y desarrollar el modelo social europeo derivado de la CDF de la UE y de su acervo normativo, para el cumplimiento de los 20 principios del Pilar Europeo de Derechos Sociales. Partiendo de dicho contexto, el grupo pretende ofrecer los estímulos necesarios para solucionar las cuestiones jurídicas que plantean en Euskadi las tres transiciones en materia laboral y de protección social.

Investigadores/as

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  • Grupos consolidados (c): Grupos del Sistema Universitario Vasco