Vivir siendo gordasuna exploración feminista sobre experiencias encorporadas de la gordura
- Navajas Pertegás, Nina Mª
- Lucía Gómez Sánchez Director/a
- Amparo Bonilla Campos Codirector/a
- Mónica Bolufer Peruga Codirector/a
Universidad de defensa: Universitat de València
Fecha de defensa: 20 de febrero de 2023
- Mari Luz Esteban Galarza Presidenta
- Dau García Dauder Secretario/a
- Teresa Ordorika Sacristán Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Hasta la fecha, pocos estudios han examinado las experiencias corporizadas de las mujeres gordas. En esta tesis doctoral exploro cómo se significa discursivamente la experiencia de ser gorda en un contexto constituido de epidemia de obesidad. La estigmatización de los cuerpos gordos no es nueva, pero hoy se ha legitimado a través de discursos medicalizados de la gordura que la construyen como un problema global de salud. Al difundir estos discursos de forma sensacionalista y alarmante, los medios de comunicación han contribuido a alimentar el pánico moral al respecto, convirtiendo la gordura en uno de los mayores enemigos públicos. A partir de entrevistas semiestructuradas, mi investigación hace hincapié en las voces y experiencias de veintiséis mujeres gordas de diversas procedencias geográficas, edades, clase social y orientación sexual, afincadas en España. Me aproximo a la temática de estudio desde una perspectiva teórico-epistemológica feminista posestructuralista y construccionista social. En coherencia con estas posturas, parto de la epistemología de los conocimientos situados y del análisis del discurso desde un enfoque foucaultiano. Estos planteamientos me han permitido construir conocimientos encarnados, parciales y desde múltiples posiciones sobre la vivencia de ser gorda de las participantes; sobre su relación consigo mismas y con el mundo. Para ello, he interpretado en clave política sus experiencias corporizadas de la gordura considerando los discursos políticos, económicos, sociales y culturales hegemónicos en el contexto actual, y sus entrecruzamientos con las lógicas neoliberal y patriarcal. El sentido de esta investigación es producir conocimientos que propicien transformaciones sociopolíticas y personales para que las niñas, adolescentes y mujeres vivan en condiciones de igualdad, equidad y reconocimiento de sus derechos humanos. La tesis tiene cuatro objetivos generales: 1) comprender cómo se construye la vivencia corporizada de la gordura en un clima de intolerancia estética y medicalización de la gordura, partiendo de los discursos, subjetividades y posiciones de sujeto que se aceptan, rechazan o negocian; 2) explorar qué discursos referidos a la salud y los estilos de vida se reproducen, disputan o negocian; 3) caracterizar los vínculos entre la indumentaria y la experiencia corporizada de sí, y 4) identificar experiencias corporizadas de gordofobia y violencia estética, y considerar sus significados e impacto. Entre los principales resultados obtenidos hay que destacar que las posiciones de sujeto construidas y aceptadas por las participantes son dinámicas, múltiples e incluso contradictorias. Esto contrasta con su posicionamiento monolítico dentro de las narrativas hegemónicas de discriminación y juicios sobre la moral y la salud que reflejan la construcción social del cuerpo gordo como abyecto en varios niveles. En consonancia con estos discursos, la gordura se interpretó de forma simultánea como feminizante y desfeminizante, contaminante y fetiche. Las participantes se constituyeron como hipersexuales, no sexuales y presas fáciles de los varones. También hablaron de sentirse simultáneamente hipervisibles e hiperinvisibles; lo que conlleva estar por encima o por debajo de umbrales de visibilidad justa en la sociedad. En conjunto, la salud se construyó como algo primordial y el estar saludable como una cuestión a la que dedican esfuerzo. En contraste con visiones simplistas sobre la salud influenciadas por la narrativa neoliberal, vivir saludablemente se articuló de forma compleja y holística, como un mosaico de múltiples fragmentos que contribuye al estado de salud y bienestar de las personas. Esto incluye elementos como estar en contacto con la naturaleza, vivir con calma, autocuidarse, disfrutar de redes amicales, familiares o de otro tipo, participar en la vida política y comunitaria, disponer de tiempo propio o disfrutar de las sensaciones placenteras que proporciona la alimentación; cuestiones todas ellas relacionadas con los determinantes sociales de la salud, más que con acciones individuales. Se identificaron diversas barreras estructurales para vivir de forma saludable (conciliar demandas del trabajo productivo y reproductivo, precariedad laboral y económica, manejar y procesar las múltiples y a veces contradictorias informaciones sobre estilos de vida saludables). La pérdida de peso se interpretó como una imposición y un compromiso generizado de por vida y el hambre de las mujeres como una cuestión problemática. Se identificaron indignidades o violencias gordofóbicas en los contextos sanitario, familiar, educativo, laboral y de ocio nocturno, así como en los medios de transporte. Estas se vincularon a un deterioro del bienestar social y mental, incluyendo el malestar psicológico, el aumento del aislamiento y la exclusión, así como la evitación de actividades de apoyo (por ejemplo, acudir a los servicios sanitarios, relacionarse con familiares y amistades y realizar actividad física o de ocio). En lo que respecta a la indumentaria, la escasez de ropa en la talla apropiada, el baile de tallas, la segregación en espacios o tiendas especializadas de ropa para mujeres gordas, la imposición del uniforme de gorda y la negación de prendas adecuadas con las que vestir se articularon como expresiones de discriminación gordofóbica. La tesis ofrece elementos que ponen de relieve la especificidad de la experiencia y la vivencia de las jóvenes y mujeres gordas a través de sus acontecimientos vitales, emociones, deseos y procesos de pensamiento. También, abre la reflexión sobre los efectos devastadores de los discursos hegemónicos del salutismo, especialmente en lo referido al control del peso y al acceso a unos servicios sanitarios que producen y reproducen prácticas y sesgos gordofóbicos. Asimismo, muestra que los preceptos patriarcales de masculinidad y feminidad vigentes, en alianza con las condiciones de vida desiguales entre hombres y mujeres en el contexto neoliberal, podrían estar detrás de las desigualdades a la hora de concebir, tratar, valorar y vivenciar los cuerpos de las mujeres. Estos elementos permiten seguir pensando en cómo construir sociedades más justas y equitativas. Sociedades en las que todas las vidas importen, la diversidad humana se considere como un valor y no como algo a erradicar, y la dignidad de las personas y los derechos humanos sean el eje central. Por último, la tesis doctoral contribuye a generar discursos y prácticas contrahegemónicas sobre múltiples formas de vivenciar el cuerpo. Y visibiliza que abordar los estereotipos, prejuicios y discriminación por la gordura es una cuestión de justicia social que no debe posponerse bajo ningún concepto. To date, there have been few studies into the embodied experiences of fat women. In this doctoral thesis, I explore what is meant discursively by being fat within the context of an obesity epidemic. The stigma attached to fat bodies is not new, but nowadays this stigma has been made legitimate through the medicalization of fatness which positions it as a global health problem. Through the sensationalist and worrying dissemination of these speeches, the media have helped to feed the moral panic revolving around this issue, converting fatness into one of the most pressing problems assailing the public. Using semi-structured interviews, my research focuses on the voices and experiences of twenty-six fat women of different geographical origins, ages, social classes and sexual orientations, all living in Spain. I approach the subject matter from a perspective of theoretical post-structural feminism and social constructivism. In keeping with this stance, my starting point for the epistemology of situated knowledges and discourse analysis is Foucauldian. This approach has permitted me to build knowledge regarding the participants’ experience of being fat, knowledge that is incarnate, partial and gleaned from multiple viewpoints; knowledge of their relationships with themselves and with the world. To this end, I have interpreted their embodied experiences of being fat from a political standpoint by considering the political, economic, social and cultural discourse that is prevalent nowadays and how this discourse intersects with neoliberal and patriarchal rationales. The aim of this study is to generate knowledge that will propitiate socio-political and personal changes so that girls, teenagers and women can live in conditions of equality and equity, conditions in which their human rights may be recognized. The objective of this thesis is fourfold: 1) to understand how to construct the embodied experience of fatness in a climate of both aesthetic intolerance and the medicalization of fatness, on the basis of the discourses, subjectivities and subject positions that are accepted, rejected or negotiated; 2) to explore which health and lifestyle-related discourses are reproduced, rejected or negotiated; 3) to characterize the links between clothing and the embodied experience, and 4) to identify embodied experiences of fatphobia and aesthetic violence, and to consider their significance and impact. Looking at the main results, what must be pointed out is that there are multiple subject positions constructed and accepted by the participants, and these are dynamic and even contradictory. This contrasts with the monolithic nature of their positioning within the dominant narratives of discrimination against and judgment of both morals and health that reflect the social construction of the fat body as abject on several levels. Chiming with these discourses, fatness was interpreted simultaneously as feminizing and defeminizing, contaminating and fetishistic. The participants were constituted as hypersexual, non-sexual and easy prey for men. They also spoke of feeling hypervisible and at the same time hyperinvisible; this implies being above or below the fair visibility thresholds within society. On balance, health was construed as essential and being healthy was something they made an effort to achieve. Unlike the simplistic visions of health influenced by the neoliberal narrative, living healthily was presented as something complex and holistic, as a mosaic of many fragments that all help to make up a person’s health and wellbeing. This includes things such as being in contact with nature, leading a calm life, taking care of oneself, enjoying friends, family or any other type of relationship, taking part in political and community life, having time for oneself or enjoying the pleasure gained from eating; all of these are related to the social determinants of health rather than to individual actions. There were several structural impediments to leading a healthy life (reconciling the demands of productive and reproductive work, job and financial insecurity, the handling and processing of the multiple and, at times, contradictory information regarding healthy lifestyles). Weight loss was interpreted as a lifelong imposition and commitment and women’s feelings of hunger as problematic. Indignities or fatphobic violence were identified within several contexts: within the health service, within the family, within education, both within the workplace and when on a night out and also when using public transport. These acts were linked to a worsening of the subject’s social and mental wellbeing, including psychological distress, increased isolation and exclusion, as well as the avoidance of any support activity (for example, visiting the health services, socializing with family or friends and doing any physical activity or going out). As regards clothing, the shortage of suitably-sized clothes, inconsistent sizing, segregation in social spaces or shops specializing in clothes for fat women, the imposition of a uniform for fat women and the shortage of any suitable items of clothing to wear were articulated as expressions of fatphobic discrimination. The thesis offers up elements that highlight the particularity of the experiences lived by both the young and adult fat women through their life events, emotions, desires and thought processes. It also opens up a process of reflection on the devastating effects of the prevailing discourse regarding healthism, especially when referring to weight control and to the access to health services which produce and reproduce fatphobic practices and weight bias. Likewise, it shows that the current patriarchal precepts of masculinity and femininity, jointly with the inequality that exists between the living conditions of men and women within the neoliberal context, might be behind the disparities when it comes to conceiving, treating, valuing and experiencing women’s bodies. These elements enable us to carry on thinking about how to construct fairer and more equitable societies. Societies in which each life counts, in which human diversity is regarded as a value and not as something to eradicate; societies constructed around the pillars of human dignity and human rights. Lastly, the doctoral thesis helps to generate counterhegemonic discourses and practices concerning the many ways of experiencing the body. The act of shining a light on how to tackle the stereotypes, prejudices and discrimination that exist regarding fatness is a matter of social justice that must under no circumstances be delayed.