Crecimiento económico y reducción de la pobreza

  1. Mª Luz De la Cal Barredo 1
  1. 1 Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea
    info

    Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea

    Lejona, España

    ROR https://ror.org/000xsnr85

Libro:
Bienestar y democracia económica global: Bilbao, 27-29 de marzo de 2008

Editorial: Servicio Editorial = Argitalpen Zerbitzua ; Universidad del País Vasco = Euskal Herriko Unibertsitatea

ISBN: 978-84-9860-067-4

Año de publicación: 2008

Congreso: Jornadas de Economía Crítica (21. 2008. Bilbao)

Tipo: Aportación congreso

Resumen

Desde 1995 a 2005 la economía vasca ha experimentado un largo período de crecimiento económico, con tasas superiores al 2% en todos los años considerados. Como no podía ser de otra manera, esto se ha traducido en un importante crecimiento del empleo, una reducción de las tasas de paro y un incremento de los niveles de bienestar de la población. En efecto, las Encuestas de Pobreza y Desigualdades Sociales realizadas en los años 1996, 2000 y 2004 arrojan resultados positivos con respecto al porcentaje de hogares y personas que sufre ausencia de bienestar. Se han reducido del 31.6 al 23.6% y del 28.3 al 19.8% respectivamente entre 1996 y 2004. Con todo, un examen más detallado de las encuestas nos revela algunos datos inquietantes. Primero, que la evolución de la pobreza más extrema no ha sido tan positiva. El porcentaje de personas afectadas se ha reducido algo (del 4 al 3.5%), pero el porcentaje de hogares afectado por este tipo de pobreza ha crecido (del 4.6 al 4.9%). Segundo, que la pobreza crónica, tanto medida por hogares como por personas, ha crecido entre 1996 y 2004. Y tercero, que la pobreza más extrema y la crónica han crecido en los colectivos que comparativamente estaban peor. Se trata de las mujeres frente a los hombres, de las personas jóvenes con respecto a las adultas, de los hogares monoparentales y unipersonales y de las personas con muy bajo nivel de instrucción. Cabe preguntarse hasta qué punto la reducción de las formas de pobreza más extremas y de la pobreza crónica va de la mano del crecimiento del producto de la economía. Alternativamente, podemos plantearnos la existencia de grupos de población hacia los cuales no se extienden los frutos del crecimiento económico, con lo que más que de pobreza o de falta de bienestar material, tendríamos que hablar de exclusión social. Se trataría de la acumulación de una serie de barreras de diverso tipo (económico, laboral, cultural, relacional, residencial, etc.) que dejan al margen de la sociedad a las personas y grupos que la sufren. Otro interrogante que se abre es si esta desconexión entre el crecimiento económico y la reducción de la pobreza más severa y crónica es una característica propia del modelo económico que arranca en mediados de los 90 en las economías desarrolladas.