Mujeres y política en el País Vasco durante el primer tercio del siglo XX

Resumen

Para 1930 el proceso de modernización en el País Vasco se manifiesta en sus aspectos más relevantes: auge industrial, crecimiento urbano, así como mejora de las condiciones de vida de la población (transición demográfica, mejora de la salud y nutrición, alfabetización universal). Es así que Bizkaia y Gipuzkoa, junto con Cataluña y Madrid, representan el triángulo del desarrollo español a lo largo del primer tercio del siglo XX. La modernización es también cultural, al mismo tiempo que la vida política entra en una fase de democratización, reflejada en el pluralismo de la dinámica política (liberalismo, tradicionalismo, nacionalismo vasco, socialismo, republicanismo) y de la opinión pública. Las instituciones se abren a nuevas fuerzas políticas y, pese al paréntesis que supuso la Dictadura de Primo de Rivera, la República institucionalizó la democratización de la política vasca. Insertas en este cuadro general de sociedad moderna y más compleja, las mujeres participan en los nuevos mercados laborales, contribuyen a los cambios en la estructura ocupacional, cultivan el asociacionismo y su voz tiene mayor eco en la lucha social y política. Pero, son las ausentes en las instituciones políticas vascas durante todo el primer tercio del siglo XX, salvo las excepciones de los ayuntamientos de las tres capitales vascas durante la Dictadura de Primo de Rivera (cargos no electos, de designación gubernativa). Como también es excepción la representación obtenida por Dolores Ibarruri, diputada por el distrito de Oviedo (1936), en la Segunda República, aunque otras candidatas optaron a escaño. Es el objeto de la presente investigación el análisis de esta realidad política vasca, incidiendo en la trayectoria del reducido colectivo de mujeres que optaron a cargos de representación durante el primer tercio del siglo XX.