Actitudes hacia la Unión Europea en la Europa Central y Orientalla importancia del contexto nacional
- Gutierrez Espinosa, Javier
- Rubén Ruiz Ramas Director/a
- Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo Director/a
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 21 de enero de 2021
- María Esther del Campo García Presidente/a
- Fabio García Lupato Secretario/a
- Asier Blas Mendoza Vocal
- Carmen González Enríquez Vocal
- Jesús de Andrés Sanz Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Las actitudes ciudadanas hacia la UE han despertado el interés de los investigadores sociales en las últimas décadas, sobre todo aquellas referidas a la oposición al proyecto europeo. Esto ha resultado en decenas de teorizaciones sobre sus causas. Destacan entre todas ellas los enfoques utilitario e identitario, pero ciertos desarrollos políticos recientes evidencian que han perdido capacidad explicativa. La Teoría de la Referencia formulada por Catherine de Vries es una respuesta a la naturaleza cambiante de las actitudes ciudadanas hacia la UE. Según sus postulados, los ciudadanos comparan el contexto europeo con el contexto nacional en dos dimensiones: la del sistema político y la de las políticas. Si el diferencial favorece el contexto europeo, se puede considerar que los ciudadanos apoyan a la UE y por lo tanto favorecerán el statu quo de la permanencia, mientras que si el diferencial favorece el contexto nacional, se puede afirmar que estos ciudadanos son críticos con la UE y, por lo tanto, podrían preferir la situación alternativa en la que sus países dejaran de formar parte de la UE. Al final, detrás de esta teoría yace implícita la importancia del contexto nacional a la hora de conformar las actitudes hacia la UE de los ciudadanos, de lo que también se deduce que aquellas personas procedentes de contextos nacionales más favorables (en términos políticos y económicos) son más propensas a desarrollar actitudes de oposición que aquellas procedentes de contextos nacionales menos favorables. Y que el aumento o descenso del apoyo a la UE no tiene que responder necesariamente a un aumento o descenso de la evaluación que se hace de ésta, sino que puede deberse al incremento o descenso de la evaluación nacional, y viceversa. Además, las diferentes combinaciones de diferenciales positivos y negativos en las dos dimensiones en liza darían lugar a cuatro tipos de actitudes hacia la UE, con diferentes implicaciones sobre el comportamiento y otras actitudes relacionadas: los que apoyan a la UE, los disconformes con las políticas de la UE, los disconformes con el sistema de la UE y los opuestos a la UE. El principal objetivo de la tesis ha sido descubrir cuán extendida está la oposición a la UE en el caso específico de los países de la Europa Central y Oriental, y testar la viabilidad de la Teoría de la Referencia en esta región, añadiendo importantes novedades como la inclusión del grado de democracia y de desarrollo humano a los factores contextuales, así como variables históricas específicas. Además, haciendo uso de un análisis de tipo cuantitativo y multinivel, confronta la Teoría de la Referencia con otros enfoques, obteniendo que son las variables vinculadas con esta formulación las más importantes para explicar las diferencias en el apoyo/oposición a la UE en la región. Otras variables, como la forma en que se produjo la caída del comunismo, el sistema imperial al que pertenecieron en el s. XIX y XX, o el momento en que se produjo su adhesión a la UE, han resultado ser también variables con alta capacidad para explicar el grado de apoyo/oposición a la UE. Por su parte, respecto a la capacidad explicativa del resto de enfoques, se ha averiguado que las consideraciones económicas de tipo utilitario que fueron tan importantes en los primeros años han quedado relegadas a un segundo plano, y que la ideología política y la identidad nacional son todavía factores importantes. Los resultados de la investigación denotan asimismo que la región presenta importantes diferencias entre países: República Checa, Polonia, Hungría y Estonia son los países más críticos con la UE, mientras que Bulgaria, Rumanía Lituania y Croacia los que demuestran mayor apoyo. No obstante, debe afirmarse que éste sigue siendo mayoritario en todos los países.