Recolección mecanizada del tomate de industriaevaluación de daños, variedades y momento del corte de riego

Resumen

En el tomate de industria es absolutamente necesario minimizar los costes de cultivo y recolección a la vez que se optimiza la calidad. En esta tesis se realiza una aproximación al cálculo de los costes de recolección, fijando los parámetros de los que dependen estos costes y se ha demostrado que las cosechadoras influyen en la calidad del tomate, reduciendo su firmeza y provocando daños que disminuyen esta calidad. Los ensayos señalan que la zona de la máquina con una mayor probabilidad de producir daños es la del separador, ya que las vibraciones necesarias para separar el fruto de la planta producen impactos de gran intensidad. No se han observado diferencias entre los distintos modelos de cosechadoras estudiados, aunque sí que hay máquinas en las que el riego de que se produzcan daños es mayor, bien por registrar impactos de mayor intensidad o bien por afectar en mayor medida a la textura. Este es el caso de la cosechadora Barigelli, máquina en el que el manejo adquiere una particular importancia. En el estudio de las variedades, aunque existe interacción entre las variedades y el año de cultivo, el comportamiento del tomate es similar en todos los casos. Sólo las características de forma y tamaño nos permiten diferenciar las variedades, no así el destino (pelado o triturado) para el que están adaptadas. Esto confirma la tendencia actual a la creación de variedades multiusos que se adaptan a las necesidades de la industria conservera y permiten al agricultor no diferenciar su producción desde el inicio del cultivo. En cuanto al manejo del cultivo, se ha observado que si el corte de riego se produce a los 70-80 días desde el trasplante, el tomate que se obtiene es de mayor calidad industrial (contenido en sólidos solubles) y de mayor firmeza, con lo que resiste mejor las condiciones en las que se produce la recolección mecanizada.