La Confederación Nacional del Trabajo en el Estado españolreorganización y crisis (1973-1980)
- Casado Gil, Reyes
- Alicia Alted Vigil Director/a
Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia
Fecha de defensa: 21 de enero de 2016
- Juan Avilés Farré Presidente/a
- Tamar Rachel Groves Secretario/a
- Antonio Rivera Blanco Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
En esta tesis doctoral se estudia el movimiento anarcosindicalista que con el nombre Confederación Nacional del Trabajo se desarrolló en España en el marco histórico de la Transición a la democracia. El arco temporal estudiado y las características de los procesos desarrollados a lo largo de estos ocho años han permitido establecer tres etapas de desarrollo: - Primera etapa, 1973-1975: los primeros pasos reorganizativos de la organización sindical, concebida como heredera y continuadora de la histórica CNT, se realizaron en el tardofranquismo, una fase embrionaria y de marcado carácter anarquista, ideología que los nuevos movimientos sociales había devuelto a la actualidad en la década de 1960 y que en España presentó la peculiaridad de entroncar con su pasado anarcosindicalista. Este trabajo de reconstrucción se realizó en el interior de España y al margen del exilio cenetista, sin aliados políticos, una mínima infraestructura, fuentes de financiación y experiencia sindical reciente, con un fuerte componente de esfuerzo individual y voluntarismo; estuvo integrado por ancianos cenetistas, miembros de la denominada y casi inexistente generación puente y jóvenes libertarios de nueva hornada, que participaron a título individual o desde grupos de afinidad de carácter anarcosindicalista y colectivos de oposición al régimen gestados en las universidades, las Luchas Autónomas y el mundo del trabajo. - Segunda etapa, 1976-1977: tras la muerte de Franco, se produjo la reorganización efectiva de la Confederación. En estos años, de efervescencia política y afiliación ciudadana a sindicatos y partidos políticos, la CNT se reorganizó desde el punto de vista orgánico y dio a conocer a la sociedad española sus propuestas sociales, sociales y sindicales. 1977 fue el año de los actos públicos multitudinarios de la CNT (celebrados en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes, Valencia y Barcelona). La anarcosindical consiguió en solo año y medio, desde diciembre de 1975, momento en que se celebró la asamblea constitutiva de la CNT de Madrid, hasta septiembre de 1977, en el que se organiza la primera huelga de gasolineras de Barcelona, reconstruir la estructura organizativa tradicional de la Confederación y crecer cuantitativamente hasta el punto de valorarse desde un punto de vista social y político con posibilidades reales de aglutinar el descontento social generado por la situación económica y el propio proceso de transición política. - Tercera etapa, 1978-1980: en esta fase, la CNT vio interrumpido su crecimiento. Una vez que, tras la celebración de las primeras elecciones democráticas, el gobierno de Adolfo Suárez diseñó y puso en marcha el nuevo modelo sindical español, los problemas sindicales y políticos a los que tuvo que hacer frente la Confederación se mostraron irresolubles. En 1978, además, la Confederación sufrió una serie de reveses que dañaron gravemente su imagen pública, al quedar asociada a actividades violentas de corte terrorista, siendo el caso más conocido y que mayor cobertura mediática tuvo el denominado Caso Scala. Este tipo de acciones, imputadas a la CNT por la policía y los medios de comunicación, alentó la teoría de la conspiración en los círculos confederales, que ya empezaban a mostrar síntomas de cansancio tras el esfuerzo reorganizativo realizado. La celebración de un Congreso Nacional entre el 8 y 16 de diciembre de 1979 permitió a la anarcosindical reafirmarse en los planteamientos ideológicos clásicos y su estructura orgánica tradicional, conectando su presente con la organización histórica, pero de la experiencia vivida en los cuatro años precedentes los cenetistas solo pudieron llevar a las sesiones congresuales la confusión vivida en los locales sindicales, consecuencia directa del acelerado proceso de reconstrucción confederal, la anomalía orgánica que suponía la existencia de un exilio anarcosindicalista y las características del ya mencionado proceso de transición sindical.