Geunismo (hora era)

Resumen

Geunismo es una palabra de nuevo cuño utilizada para hacer referencia a un sistema político soberhumanista plenamente institucionalizado. Para entender esto hace falta, a su vez, hacer referencia a la definición de soberhumanía, también de nuevo cuño, y que hace referencia a la soberanía ejercida por todos los habitantes del planeta. Por tanto, el Geunismo es un sistema plenamente institucionalizado en que la soberanía es ostentada por un cuerpo político constituido por todos los humanos del planeta. Y lógicamente esto constituye una utopía legítima. Pero esto no parece suficiente desde la perspectiva pragmática, y por ello la intención de Geunismo: hora era es encontrar una hoja de ruta (no la única) que permita alcanzar el Geunismo como finalidad para el progreso, la paz y la mejora de las condiciones vitales de los humanos. Surge así el Geunismo como utopía realista. Las acuñaciones de la obra intentan simplemente potenciar un sistema político global novedoso. Pero lo importante es partir del reconocimiento de la vulneración de la igualdad entre humanos que viene producida por la multiplicidad de cuerpos políticos y sujetos de soberanía internacional: los Estados. La soberanía tradicional de los Estados autárquicos e independientes ha desaparecido en el contexto actual de la globalización, que es principalmente económica, y sólo en una muy pequeña dosis es política. En orden a conseguir una mayor globalización política capaz de atajar desigualdades y excesos, destaca el éxito de la Unión Europea, modelo que se toma como ejemplo a seguir en la senda del Geunismo, a través de la cesión inteligente de la soberanía estatal. La condición del Geunismo es la existencia de un sistema transnacional del uso y amenaza de la fuerza más democrático y, por tanto, sin derecho de veto por un único Estado. Los aceleradores del Geunismo son: 1. Extensión del Estado liberal democrático. 2. Nueva generación de líderes políticos y agentes sociales (transformados y/o transformadores) dedicados a aplicar el principio "perder un poco (soberanía) para ganar mucho (bienestar y paz social)". 3. Fomento de foros geunistas. 4. Ginecracia o empoderamiento del género femenino. 5. Avance tecnológico y aumento del comercio internacional. La extensión del Estado liberal democrático parece imparable históricamente, con un aumento general en los procesos políticos de votación. En cuanto al empoderamiento de las mujeres, destaca el experimento de Muhammad Yunus y Grameen Bank. La crisis financiera global de 2008 ha puesto de manifiesto la importancia de cuestionar las teorías generales y filosofía subyacentes a la ciencia económica como saber social, en el contexto de la globalización y de la consecución del Geunismo. Destacan autores como heterodoxos como Soros y Keen (incluso Krugman), que cuestionan falacias y principios como el equilibrio y la no intervención de los poderes públicos en los mercados. El Geunismo conecta también con la necesidad nuevos paradigmas políticos, identificada por Soros, quien sin embargo no es capaz de ofrecer un edificio conceptual de las nuevas estructuras a diseñar. El capitalismo es identificado como el mejor de los sistemas económicos conocidos, siempre que los poderes públicos sean capaces de corregir sus excesos y garantizar el buen funcionamiento de los mercados, lo que sólo es posible, una vez constatada la globalización económica, desde estructuras políticas geunistas: las únicas capaces de acabar con la plutocleptocracia bancomunista. Bremmer identifica bien el problema del "G-Cero", según el que ningún Estado puede imponer su visión, pero tampoco es capaz de ofrecer las soluciones necesarias. Los entes o agentes pregeunistas son: la UE (único Macorestado), la UA, UNASUR, Bitcoin, la OMC y la ANSA. Un Gran G-8 formado por la UE, Estados Unidos, China, Rusia, UA, UNASUR, India y un Grupo del Resto del Mundo es una opción para las negociaciones en pos del Geunismo a través de la reforma de la ONU.