Evaluación de la normativa de fomento silvoagropecuario para la lucha contra la desertificación y sequía en Chile
- SALINAS SILVA, CARLA XIMENA
- Miriam Pinto Tobalina Directora
Universidad de defensa: Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea
Fecha de defensa: 13 de mayo de 2011
- Juan Bellot Abad Presidente/a
- Aitor Vergara Jauregui Secretario
- Ana Aizpurua Insausti Vocal
- Jose Luis Garcia Rodriguez Vocal
- Sergio Alejandro Zelaya Bonilla Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Esta tesis doctoral evalúa desde un punto de vista medioambiental, económico y social, el impacto de las leyes de fomento silvoagropecuario y su desarrollo normativo en la lucha contra la desertificación y la sequía en Chile entre los años 1998 a 2008. El estudio se centra en las 9 primeras regiones Chile, en el margen sur-occidental de América del Sur, entre los paralelos 17º30'S y 36º33'S, y que están afectadas por mayor erosión y sequía. La desertificación es el problema medioambiental de mayor extensión de Chile, afectando, a casi dos tercios del territorio nacional (48.334.300 hectáreas) y generando un importante impacto medioambiental y socioeconómico. La principal causa de la desertificación en Chile corresponde a la erosión de suelos producto de la deforestación para el uso agropecuario, al sobre pastoreo y el uso inapropiado del riego. Las leyes chilenas que surgen en el contexto de preservación de recursos naturales, nacen como respuesta al estado en que se encuentra el medioambiente al momento de adoptar las medidas de protección y mitigación. De esta manera el gobierno de Chile asigna fondos económicos anuales para sus tres principales instrumentos de apoyo, Corporación Nacional Forestal (CONAF), Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y Corporación Nacional de Riego (CNR), a través de tres decretos, a saber: Decreto Ley Nº 701 sobre fomento forestal; Decreto Supremo Nº 22 sobre recuperación de suelos en tierras de uso agropecuario; Ley Nº 18.450 sobre fomento al riego en tierras secas. Este trabajo desarrolla un modelo que integra la correspondencia entre variables socioeconómicas y variables territoriales asociadas a desertificación. La unidad tomada como referencia fueron las regiones, a cuya escala se recogió la información para las variables. La relación entre ambos tipos de variables, se expresó a través de regresiones múltiples, donde las variables independientes fueron los descriptores socioeconómicos de cada región. Las variables dependientes correspondientes a los descriptores territoriales se obtuvieron mediante un Análisis de Componentes Principales. De esta manera se obtuvo una ecuación de regresión que describe la situación de la desertificación en las regiones estudiadas. Esta ecuación posibilitó la extrapolación de diversos escenarios de desertificación. Los resultados indican que las inversiones y áreas intervenidas por CNR, CONAF y SAG son mayores en las regiones VII y VI y que las bonificaciones económicas son menores en las regiones XV, I, II, III del país y van en aumento a partir de la región IV. Esta situación coincide con el hecho de que la región IV es una de las más expuestas a procesos de desertificación, debido a que se encuentra dentro de las áreas de alta vulnerabilidad frente a los cambios climáticos como consecuencia de estar al borde del desierto de Atacama. Por lo tanto, los planes de fomento aquí existentes ayudan a mitigar y restituir el proceso de erosión que esta región ha sufrido en el tiempo y que señalan a la región IV como el punto en el cual el desierto avanza de norte a sur. El modelo muestra que tanto el dinero invertido por la CONAF, SAG y CNR como las hectáreas recuperadas por estas instituciones contribuyen a la lucha contra la desertificación y sequía en Chile. De no existir estas ayudas, la desertificación aumentaría en todas las regiones, incluso en las regiones VI y VII, donde las condiciones climáticas son más favorables, lo que prueba la importancia de las leyes de fomento en la lucha contra la desertificación. Los resultados indican también que las bonificaciones otorgadas a través de los mecanismos de leyes de fomento de lucha contra desertificación y sequía, tienen un impacto positivamente significativo en el Producto Interior Bruto (PIB) silvoagropecuario en las regiones más septentrionales del país. De esta manera se hace posible una actividad socioeconómica basada en la agricultura. Esta actividad ofrece a su vez oportunidades de trabajo en el sector silvoagropecuario en zonas con alto grado de desertificación, lo que potencia el no abandono de zonas rurales y el cuidado del territorio.