Impacto de las practicas agrícolas sobre la salud del suelo

  1. MIJANGOS AMEZAGA, IKER
Zuzendaria:
  1. Carlos Garbisu Crespo Zuzendaria
  2. Isabel Albizu Beitia Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea

Fecha de defensa: 2009(e)ko martxoa-(a)k 27

Epaimahaia:
  1. José María Becerril Soto Presidentea
  2. Iñigo Virto Quecedo Idazkaria
  3. Ana Aizpurua Insausti Kidea
  4. Antonio Gómez Sal Kidea
  5. Asunción Usón Murillo Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 218041 DIALNET lock_openTESEO editor

Laburpena

La progresiva degradación de los suelos agrícolas es un importante problema medioambiental y social. Se hace necesaria la incorporación de técnicas agrícolas que compatibilicen la productividad de los cultivos y la protección del recurso suelo, en el marco de la sostenibilidad de los agroecosistemas. En este trabajo, se realizaron una serie de estudios encaminados a la evaluación de prácticas agrícolas alternativas (e.g., no-laboreo, abonado orgánico, aplicación de arena caliza y ceniza de madera como materiales encalantes, etc.), valorando su influencia tanto sobre la productividad de los cultivos como sobre la salud del suelo, estimada ésta en base a una serie de propiedades físicas, químicas y, sobre todo, biológicas con potencial indicador. A este respecto, nuestros resultados indican que: (i) en pastos extensivos de montaña, la arena caliza es una alternativa viable a la cal viva como material encalante; (ii) en rotaciones forrajeras intensivas de fondo de valle, la utilización de purín de vacuno como abono orgánico, el uso de la técnica del no-laboreo y la incorporación de leguminosas como cultivos de invierno permiten mejorar la salud de los suelos y reducir los costes de producción; y (iii) en un ensayo con especies forrajeras a escala microcosmos, el herbicida glifosato puede modificar la diversidad funcional de las comunidades microbianas rizosféricas. A partir de estos estudios, se concluye que la biomasa, la actividad y la diversidad funcional de las comunidades microbianas edáficas, así como la abundancia de lombrices, tienen un gran potencial como herramientas monitorizadoras del efecto de prácticas agrícolas sobre la salud del suelo.