Calidad de vida en el cuidador informal de ancianos dependientes

  1. VILLANUEVA LUMBRERAS, Amaya
Dirigida por:
  1. Rosa García Orellán Director/a
  2. Sara Hidalgo García de Orellán Codirectora

Universidad de defensa: Universidad Pública de Navarra

Fecha de defensa: 27 de noviembre de 2019

Tribunal:
  1. Francisco Javier Blázquez Ruiz Presidente/a
  2. Paloma Salvadores Fuentes Secretario/a
  3. María Paz García Caro Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El cuidado de un familiar anciano en situación de dependencia implica grandes desafíos para la persona que lo cuida. Más aún, si tenemos en cuenta el contexto social, político y económico en el que nos encontramos actualmente, caracterizado principalmente por el envejecimiento poblacional, la incorporación de la mujer al mercado laboral, la reducción de la red familiar o las políticas sociales y en materia de dependencia establecidas. Por tanto, entender las situaciones a las que deben hacer frente los cuidadores, a partir de las percepciones de los principales implicados es fundamental para que los profesionales sanitarios y sociales podamos proporcionarles una atención de calidad. Por ello, este trabajo explora, a través de la metodología cualitativa, las experiencias vitales de los cuidadores informales de personas ancianas dependientes. Para responder al objetivo de nuestro estudio se planteó un estudio etnográfico. Se determinó como ámbito del estudio un centro de día para ancianos dependientes. Mi trabajo como enfermera en dicho centro me permitió, en primer lugar, elegir el tema de estudio, partiendo de observaciones simples, y posteriormente formular mi propuesta de investigación. La recogida de datos se completó con entrevistas a los cuidadores familiares de los usuarios del centro y profesionales involucrados en el cuidado así como la observación participante. En total se realizaron 31 entrevistas. El análisis de los datos se llevó a cabo en dos grandes etapas: una etapa de comprensión y una posterior de síntesis. En la etapa de comprensión se codificaron los datos, tratando de descubrir así significados implícitos, valores culturales, el impacto emocional de la experiencia del cuidado y los enlaces con otros conceptos o textos. Esta primera etapa se realizó con la ayuda del programa informático Atlas-ti. La segunda etapa consistió en la asociación de los diferentes casos a través de la categorización de los códigos, tratando de describir patrones típicos de conductas en torno a nuestros informantes. La reflexión en torno a las categorías emergentes, me permitió comprender e interpretar lo que los informantes estaban desvelando. Los resultados muestran el perfil sociodemográfico e institucional de la muestra. Este perfil se caracteriza por ser mayoritariamente femenino, por presentar un alto nivel de estudios, por compaginar el cuidado de su familiar con el desarrollo de su labor profesional y por buscar ayuda formal para mantener el cuidado del dependiente el máximo tiempo posible en su hogar. A su vez, nuestro estudio muestra un contexto institucional y legislativo marcado por un sistema nacional de atención a la dependencia que proporciona recursos y ayudas a las personas dependientes y sus cuidadores informales. Sin embargo, nuestra población diana no percibe una cobertura suficiente de dicho sistema, alegando que no llega a cubrir sus necesidades y demandas. Por último, hemos identificado a estos cuidadores informales como una comunidad emocional ya que actúan en base a sus emociones, las cuales están altamente influenciadas por el contexto social y cultural en el que vivimos. Así, los cuidadores informales cuidan por amor y solidaridad a sus familiares dependientes. Aunque durante la tarea del cuidado, habitualmente surgen en ellos una serie de emociones de carácter negativo. El sufrimiento, el sentimiento de culpa, la frustración, el miedo y la soledad son los sentimientos negativos más habituales con los que tienen que lidiar habitualmente los cuidadores. La principal aportación de este trabajo es la identificación de un perfil emergente de cuidador informal que no es el protagonista principal en la provisión de cuidados a la persona dependiente. Éste cuidador actúa en coordinación con los servicios sociales y sanitarios, además de con otros miembros de su propia familia, favoreciendo cada vez más un modelo de cuidados combinado. Este modelo se caracteriza en que el cuidado formal y el cuidado informal se unen de manera más equitativa para cuidar al dependiente. No obstante, el sistema de cobertura social todavía no cubre las necesidades totales del dependiente y de los familiares, por lo que, a pesar de que los familiares están concienciados con la idea de recibir ayuda por parte de recursos externos, la realidad es que no siempre acceden a ellos, viéndose desbordados al intentar mantener el cuidado del dependiente.