La doctrina social cristiana y el cooperativismo vascouna alternativa para el cambio
- Alberto Atxabal Rada Director
- Enrique Gadea Soler Director
Universidad de defensa: Universidad de Deusto
Fecha de defensa: 15 de diciembre de 2015
- Jorge Luis Tomillo Urbina Presidente/a
- Alejandro Martínez Charterina Secretario/a
- Fernando Sacristán Bergia Vocal
- Javier Divar Garteizaurrecoa Vocal
- Carlos Vargas Vasserot Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La crisis que desde hace tiempo venimos padeciendo ha evidenciado las limitaciones de los paradigmas económicos tradicionales y la necesidad de un cambio. Se ha de ir más allá del paradigma que ve a las empresas privadas con fines de lucro como los únicos actores relevantes y avanzar hacia una visión pluralista que reconozca los variados papeles que las distintas formas de empresa pueden desempeñar con respecto a objetivos económicos y sociales colectivos. Por otra parte, cada vez son más las voces que sugieren que, en gran medida, han sido carencias éticas las que nos han llevado a esta difícil situación, por lo que se demanda un “rearme ético” de la economía que nos permita salir de la crisis de forma sostenible. Uniendo ambos aspectos, concluimos que se necesita: a) un cambio de valores en el sistema económico, para lo que podría resultar útil el recurso a la Doctrina social de la Iglesia, que desde siempre ha sostenido que entre la economía y la ética se da una necesaria relación recíproca por su común referencia al ser humano; y b) un nuevo paradigma económico, un modelo humanista de empresa, que tenga en cuenta la igual dignidad humana de todas las personas que participan en el proyecto empresarial y que busque promover un empleo de calidad y un mayor equilibrio del reparto de la riqueza, a fin de contribuir a una sociedad más estable y menos conflictiva, y la empresa cooperativa encaja en ese perfil. Conjugando ambos vectores, el presente trabajo de investigación se centra en la siguiente hipótesis: existe una interrelación entre la doctrina social cristiana y el paradigma cooperativo, claramente reflejado en el caso del cooperativismo vasco a través de la figura de D. José María Arizmendiarrieta, el alma mater de la denominada “Experiencia Cooperativa de Mondragón”, actual “Corporación Mondragón”, que muestra que es posible que una empresa de profundas raíces cristianas, lejos de ser una simple utopía, ofrezca resultados y pueda ser competitiva en el mercado actual. De esa forma, se abre la posibilidad de presentar al modelo cooperativo, como una posible alternativa para ese cambio, hoy tan necesario.