Adecuación de la prescripción en pacientes crónicos y polimedicados en el área sanitaria II del Principado de Asturias

  1. Nicieza García, Mª Luisa
Dirigida por:
  1. Gloria Manso Rodríguez Director/a
  2. Esther Salgueiro Vázquez Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Oviedo

Fecha de defensa: 27 de junio de 2017

Tribunal:
  1. M.isabel Martin Fontelles Presidente/a
  2. María del Olivo del Valle Gómez Secretario/a
  3. Arantxazu Isla Ruiz Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 485433 DIALNET lock_openRUO editor

Resumen

La “Prescripción Potencialmente Inadecuada (PPI)” hace referencia a las situaciones en las que el riesgo de sufrir efectos adversos es superior al beneficio clínico, bien sea por el uso de fármacos con una frecuencia, dura¬ción o dosis superior a la indicada, por un elevado riesgo de interacciones, o por una duplicidad terapéutica. En el otro extremo, se considera inadecuada la omisión de la prescripción de medicamentos que claramente tienen demostrada su indicación en determina¬das situaciones. Para evaluar la PPI en ancianos se han desarrollado métodos implícitos y explícitos. Los métodos implícitos parten de la evaluación clínica del paciente y su medicación y los explícitos miden la PPI en base a criterios predefinidos basados en la evidencia y en consensos de expertos. De ellos, los más extendidos son los criterios Beers y los “Screening Tool of Older Person´s Prescriptions/Screening Tool to Alert doctors to Right Treatment” (STOPP/START). El objetivo principal de nuestro trabajo fue identificar áreas de mejora en la prescripción a los pacientes polimedicados del Área Sanitaria II del Principado de Asturias, bajo la hipótesis de que este análisis nos permitiría conocer cuáles son los aspectos más frecuentes en los que se basa la PPI en nuestro entorno y los factores asociados a su presentación. Este debe ser el primer paso para reducir la PIP. En el inicio de nuestra investigación, seleccionamos al azar y revisamos los listados de medicamentos de 348 pacientes que tomaban 10 o más principios activos diferentes simultáneamente durante el período octubre 2010-marzo 2011. En los 348 pacientes polimedicados analizados se identificaron 223 pacientes de 65 o más años de edad, en quienes adicionalmente se evaluó la prevalencia de PPI aplicando los criterios STOPP 2008 y Beers 2012. Posteriormente, cuatro años más tarde, en los 223 pacientes estudiados, se identificaron 171 pacientes, a los que se les había prescrito 10 o más principios activos diferentes durante el período de julio-diciembre 2015. En estos 171 pacientes se analizó entonces la PPI, aplicando los criterios STOPP 2014, y se identificaron las patologías asociadas más frecuentes. El estudio se llevó a cabo en base a la información proporcionada por: 1) los datos de facturación del Área Sanitaria II del Sistema de Salud del Principado de Asturias, 2) las historias clínicas electrónicas (OMI-AP). Observamos una elevada prevalencia de PPI en pacientes mayores altamente polimedicados, detectada tanto con los criterios Beers 2012 como con los criterios STOPP 2008 y 2014. Con la versión más reciente de los criterios STOPP la prevalencia de PPI fue incluso más alta que con la versión previa, debido a la introducción de nuevos criterios relativos a la indicación y duración de los tratamientos farmacológicos. Los criterios de PPI observados con más frecuencia fueron: 1) Al aplicar los criterios STOPP 2008: las duplicidades terapéuticas y el uso prolongado de benzodiacepinas. 2) Al aplicar los criterios Beers 2012: el uso de benzodiazepinas y antiinflamatorios no selectivos de ciclooxigenasa-2, como criterios independientes del diagnóstico, y el uso de anticolinérgicos en pacientes con síntomas del tracto urinario bajo o hiperplasia benigna de próstata y el uso de benzodiazepinas, antipsicóticos, zolpidem o antihistamínicos en pacientes con demencia o trastornos cognitivos, como criterios considerando el diagnóstico. 3) Al aplicar los criterios STOPP 2014: cualquier fármaco prescrito sin indicación basada en la evidencia y cualquier fármaco prescrito más allá de la duración recomendada, ambos incluidos en una nueva sección de los criterios. Las patologías más frecuentes relacionadas con los criterios STOPP y Beers se localizaban en el sistema cardiovascular, sin diferencias en cuanto a la edad o el sexo. Otras patologías como la artrosis o las relacionadas con el sistema nervioso central, como la depresión, ansiedad e insomnio fueron más frecuentes de forma significativa en las mujeres, al igual que en estudios previos. No se objetivaron diferencias significativas entre la PPI y la edad. Sin embargo, la prevalencia de PPI fue más alta en las mujeres, quienes a su vez consumían un mayor número de medicamentos que los hombres. La aplicación simultánea de los criterios Beers y STOPP constituye una herramienta útil de cribado de PPI en pacientes mayores polimedicados residentes en la comunidad. Nuestras observaciones sugieren la conveniencia de combinar múltiples estrategias para la optimización de la prescripción, para dar soporte a las decisiones clínicas y a la formación continuada de los profesionales sanitarios.