A comprehensive human-computer interaction model for Augmented Reality systems
- Mikel Salazar González
- Carlos Laorden Gómez Director/a
- Pablo García Bringas Director
Universidad de defensa: Universidad de Deusto
Fecha de defensa: 23 de octubre de 2015
- Francisco Herrera Triguero Presidente/a
- Francisco Javier Oliver Bernal Secretario/a
- Emilio Santiago Corchado Rodríguez Vocal
- Asier Perallos Ruiz Vocal
- Mario G. Piattini Velthuis Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Con esta tesis, el doctorando Mikel Salazar propone un nuevo modelo de interacción que aprovecha las nuevas capacidades de los sistemas de Realidad Aumentada para facilitar la construcción de interfaces de usuario tridimensionales integradas en el mundo real. Un nuevo paradigma que permite, tanto a desarrolladores como a usuarios finales, crear –y compartir– experiencias de usuario más intuitivas y eficientes. Para ello, el modelo de interacción propuesto en esta tesis ofrece una nueva perspectiva de la comunicación entre seres humanos y sistemas informáticos que, en lugar de obviar el entorno físico en el que se produce dicha interacción, lo toma como base para integrar los componentes de las interfaces de usuario. De este modo, y gracias a una detallada definición del contexto del usuario, el sistema informático es capaz de reconstruir dinámicamente los diferentes elementos interactivos, adaptándolos a los gustos y necesidades de cada individuo (simplificando así la labor de los diseñadores de interfaces de usuario, que ya no tendrían que preocuparse de preparar múltiples versiones de sus diseños para diferentes plataformas o para personas con discapacidad). Un nuevo enfoque que facilita la edición colaborativa de los diferentes contenidos multimedia e, incluso, el descubrimiento dinámico de nuevos –y relevantes– elementos interactivos mientras el usuario realiza sus actividades cotidianas. Para validar correctamente este nuevo modelo, el doctorando realiza en su tesis un estudio pormenorizado de la situación actual de la Interacción Humano-Ordenador (analizando con especial atención las limitaciones de los paradigmas actuales) y, posteriormente, emplea este conocimiento para construir un estudio de usabilidad con el que evaluar debidamente las diferentes técnicas de interacción disponibles. Un estudio en el que participaron cien personas y cuyos positivos resultados permiten afianzar un trabajo de investigación que ha sido corroborado tanto en entornos científicos como industriales.