GRO. La gestión del ocio en establecimientos de alojamiento turístico

Laburpena

Estructurada en tres partes, la primera corresponde a la descripción de los conceptos en los que se enmarca, centrándose en cómo el fenómeno de la animación sociocultural se aplica a un concepto turístico dando lugar al nacimiento de la animación turística. Desde ahí se vislumbra la posibilidad de convertir en la actualidad al ocio y sus experiencias en un posible argumento para la creación de un sistema de gestión de la calidad (SGC) en la industria turística. En la segunda parte se analiza el estado de la cuestión de la animación turística y de su gestión, centrándose en los establecimientos del litoral catalán. Este análisis lleva a un primer diagnóstico en el que se define la animación turística y sus mediadores, hoy en día, y en cómo un programa de animación turística, que evolucionó históricamente desde un proyecto social, podría ahora ampliar sus aportaciones y sus beneficios si se planteara como un SGC, en el caso de que la normativa vigente en nuestro país así lo permita. AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación), la ISO (International Organization for Standarization), el ICTE (Instituto para la Calidad Turística Española) y el SICTED (Sistema Integral de Calidad Turística Española en Destinos) serán sus referencias y marcos. La tercera parte queda configurada por las aportaciones, en donde su aspecto más destacado es que GRO se trata de una herramienta de gestión de la calidad. Su nombre que nace de su idea más elemental, puesto que se trata de Gestionar Responsablemente el Ocio, en un establecimiento de alojamiento. El GRO contempla dos vías de aplicación; la primera contempla las ideas más estandarizadas de la gestión del ocio en los establecimientos de alojamiento. Significa una guía de cómo crear propuestas de ocio, acorde con el entorno en el que se encuentra situada y, por tanto, siendo igualmente responsable. Ahora bien, la intensidad y el compromiso de la propuesta corresponderán íntegramente al empresario, y sus límites se pondrán desde el seno del establecimiento no desde una normativa estricta, es una mejora voluntaria y no hay certificación. La segunda vía es la aplicación estricta del GRO, Implica que la empresa ha comprendido que conseguir, a través de esta herramienta, una certificación de un SGC supone un valor añadido para su establecimiento y un importante elemento diferenciador en el mercado. El GRO es por tanto un SGC que tiene la capacidad de ser aplicado en establecimientos que incluso tengan ya implantados otros sistemas de gestión de la calidad, puesto que no entra en conflicto con ellos al enmarcarse en las normativas ISO, ICTE y SICTED. En el GRO se describe la normativa a seguir, la creación del el proceso de implantación, las confección del Manual de Calidad, el sistema de evaluación y auditorías (incluyendo el sistema de valoración y la obtención del correspondiente certificado de calidad) y el Manual de Buenas Prácticas, con las Check List de los registros de entradas y sus valores. Esta segunda opción permite definir la personalidad del establecimiento haciendo que se pueda diferenciar de otros establecimientos del entorno, contando siempre con un sistema que le permita una mejora continua de la calidad de su producto.