Energy disputes beween Russia and Ukraine from 2006 to 2009analysis of Russia's decisions in the escalation process through the lenses of prospect theory
- Antonio Marquina Barrio Director/a
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 06 de octubre de 2015
- Francisco Aldecoa Luzárraga Presidente/a
- David García Cantalapiedra Secretario/a
- Jesús de Andrés Sanz Vocal
- Gonzalo Escribano Francés Vocal
- Anke Schmidt Felzmann Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Esta Tesis Doctoral analiza tres disputas entre Rusia y Ucrania en el periodo 2006-2009 (enero del 2006, marzo del 2008 y enero del 2009). Estas tres disputas son de particular interés para el investigador, pues presentaban el siguiente dilema para Rusia y la empresa estatal Gazprom: en caso de que desavenencias en cuanto a precios o por causa de deudas llevasen a Rusia a imponer cortes de gas a Ucrania, existía el peligro de que ello afectase a consumidores en otras partes de Europa; Rusia tenía ante sí potenciales costes en reputación. Este problema se derivaba de que se trataba de disputas que implicaban gas natural, cuyo suministro es más dependiente de gasoductos y menos almacenable que el petróleo (siendo así más vulnerables los consumidores a fallos de suministro); que Ucrania, a la par que país consumidor de gas natural de Turkmenistán y de Gazprom, era país de tránsito para gas natural de este último para el resto de Europa; y que Ucrania controlaba alrededor del 80% de tal suministro. La posición de Ucrania como país de tránsito garantizaba que pudiese perturbar los flujos de tránsito como respuesta al corte de los flujos destinados a su consumo. Así pues, es en este tipo de disputas donde se presume razonablemente una mayor prevalencia de estos costes. Al mostrar las tres disputas patrones diferentes de escalada, cabe preguntarse si Rusia consideró de manera diferente tales riesgos. Para ello, se recurre a la teoría de las perspectivas, que predice que los actores asumirán pocos riesgos en caso de perseguir ganancias a partir de un status quo satisfactorio, mientras que asumirán mayores riesgos en caso de querer impedir pérdidas que estén erosionando un status quo, pues, insatisfactorio. En nuestro caso, los costes en reputación son los riesgos que Rusia habría de sopesar. Adicionalmente, mediremos el riesgo existente a través del análisis de proyectos de diversificación para consumidores europeos, antagónicos en su afán: Nabucco buscaba reducir la dependencia de Rusia, mientras que Nord Stream y South Stream, promovidos por Rusia, buscaban reducir la dependencia de países de tránsito como Ucrania; ambos tipos de proyecto suponen lecturas diferentes de las consecuencias de depender del binomio Rusia-Ucrania y deberían de haber proporcionado información a Rusia sobre el verdadero riesgo en costes de reputación. Nos referimos a ello como factor riesgo. Nuestra hipótesis es que tanto una actitud ante el riesgo cambiante por parte de Rusia, primera variable independiente, como un cambiante factor riesgo, segunda variable dependiente, influyeron en nuestro factor dependiente, a saber, las decisiones rusas en cada una de las disputas y que se tradujeron en diferentes patrones de escalada. Los resultados confirman en primer lugar, que la variación en los procesos de escalada se debe a decisiones por parte de Rusia y no tanto por parte de Ucrania. En este sentido, hemos podido observar que en enero del 2006, el acuerdo que puso fin a la disputa resultó desfavorable para los intereses rusos, mientras que el de marzo del 2008 parecía responder a un compromiso. El acuerdo de enero del 2009, por el contrario, representaba una clara victoria para Rusa. Quedando patente que en las tres disputas se tomaron, por parte de Rusia, decisiones muy diferentes en lo que a la defensa de sus intereses se refiere, queda plenamente abierta la puerta a considerar el efecto de las dos variables independientes. En este sentido, observamos claramente el papel jugado por la primera variable, con una preponderancia de los factores económicos sobre los políticos. Las disputa más extrema y donde Rusia insiste en lograr el máximo de ganancias es enero del 2009, precisamente donde más empeoró el status quo para ella. Por otra parte, no se encuentra un impacto relevante por parte de la segunda variable independiente.