Relación entre el espesor de grasa epicárdica y parámetros de daño miocárdico en pacientes obesos

Résumé

INTRODUCCIÓN: La obesidad es un acúmulo excesivo de tejido adiposo corporal. El tejido adiposo es un órgano endocrino que genera citoquinas con potencial para modular la función cardiovascular (CV). Según su localización, el tejido adiposo puede ser subcutáneo o visceral (el paracardiaco, en el mediastino; el pericárdico, entre las paredes visceral y parietal; y el epicárdico, localizado entre el miocardio y la pared visceral del pericardio). La grasa epicárdica se caracteriza por estar irrigada por las arterias coronarias; no existe fascia muscular que la separe del miocardio; puede actuar mediante un mecanismo vasocrino y paracrino; se puede medir con un ecocardiograma transtorácico (ETT), una técnica no invasiva y relativamente coste-efectiva. Se ha observado cierta asociación entre la grasa epicárdica y la masa ventricular izquierda (MVI), el tamaño de la aurícula izquierda (AI) y la función diastólica. El objetivo principal fue valorar la asociación entre el espesor de grasa epicárdica y parámetros de estructura y función cardiaca en pacientes obesos sin diagnóstico previo de cardiopatía. MATERIAL Y MÉTODOS: Se estudiaron 86 pacientes obesos. Los criterios de exclusión fueron: antecedente de enfermedad CV, renal, hepática o respiratoria; diagnóstico previo de hipertensión arterial, hipercolesterolemia o diabetes mellitus. Se tomaron medidas antropométricas, se midió la grasa visceral con ViScan, se extrajo una muestra para analítica y se realizó un ETT. La grasa epicárdica se midió en el plano paraesternal eje largo, en la pared libre del ventrículo derecho, en telesístole. RESULTADOS: El perímetro de cintura (PC) fue el marcador de obesidad que mayor grado de correlación presentó con la grasa visceral abdominal medida con ViScan. La grasa epicárdica fue el parámetro que menor grado de correlación presentó con la grasa visceral abdominal. El índice de masa corporal (IMC), PC e índice cintura talla (ICT) se relacionaron de forma estadísticamente significativa con los niveles plasmáticos de leptina y PCR. La grasa epicárdica no presentó una asociación clara con ninguno de estos parámetros analíticos. La diferencia entre las medias de espesor de grasa epicárdica de pacientes obesos con y sin síndrome metabólico fue de 1,1 mm (p=0,055). Se observó una asociación estadísticamente significativa entre el espesor de grasa epicárdica y la MVI en ambos sexos, y con el tamaño de la AI en mujeres. El espesor de grasa epicárdica se asoció con parámetros de función diastólica como la onda e’, el tiempo de deceleración y el índice E/e’. Los pacientes obesos con hipertrofia excéntrica presentaron valores medios de espesor de grasa epicárdica y de índice E/e’ mayores en comparación con aquellos con geometría normal. De los marcadores de adiposidad evaluados (IMC, PC, ICT, grasa visceral por ViScan, grasa pericárdica o grasa epicárdica), la grasa epicárdica presentó el mayor grado de correlación con el índice E/e’. El punto de corte de espesor de grasa epicárdica estimado de modo exploratorio para clasificar a los pacientes con mayor presión de llenado del ventrículo izquierdo (VI) según el índice E/e’ que fue de 6,6 mm. DISCUSIÓN: El espesor de la grasa epicárdica medida mediante ETT presenta cierta asociación con parámetros de estructura y función cardiaca y podría ser un parámetro útil en el estudio y seguimiento cardiológico de pacientes obesos, de manera más específica que otros marcadores de adiposidad.